Estaba jugando a extender mi único sueño
mi sangre despertaba en el crepúsculo del día.
Estaba debatiendo entre la gloria y tropiezo,
si era buen amante, tormentoso, callejero.


Estaba despidiendo viejas penas en la vida,
estaba descubriendo el valor de la dulzura,
si era apasionado, o un tonto de atropellos,
si tenía fundamentos o era pura espuma.
La vida dibujó una sonrisa en mi cara,
y en un minuto triste la borró como si nada.